Proyecto Educativo

Proyecto Educativo

Proyecto Educativo Institucional

Este enunciado que figura en nuestro PEI, es el norte hacia el cual mira todo nuestro centro educativo, convencidos de que «educar es la mejor manera de amar», como decía San Juan XXIII, el Papa Bueno. Hacia allí se encamina la tarea de todos los niveles del establecimiento. En esta hermosa y difícil misión nos asociamos a las familias, ya que tenemos un sueño en común: acompañar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes a ser personas «felices y capaces»…Y contamos, además, con la presencia inefable del Divino Niño Jesús, que nos bendice desde su santa infancia, y, claro está, de su Madre, María Reina, que alberga en Su regazo a niños, docentes, familias… Tenemos un sueño en común: nuestros hijos-alumnos… ¡Caminemos juntos!

Ideario de las Escuelas Parroquiales de la Arquidiócesis de Córdoba

«Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos… Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo.» (Mt 28,19 20)

HISTORIA

«La creación de las escuelas parroquiales es la respuesta a una demanda de la Iglesia que en su magisterio y en los Documentos, debemos hallar su más claro marco referencial». El espíritu que mueve la creación de estas escuelas no es otro que el mismo propuesto por el Nuevo Testamento: Evangelizar.

PERSONA

«Concepto que se apoya en el principio de que es ser, creado a imagen y semejanza de Dios, único, indiviso, irrepetible, perfectible, que tiende a la trascendencia y se desarrolla en sociedad. Es un ser racional, responsable, capaz de realizar opciones libremente, abierto a Dios, a los demás hombres y al mundo.

EDUCACIÓN

Es una actividad humana, asumida por la Iglesia como formación Evangelizadora, que humaniza y personaliza al Hombre en orden a su fin último.

ESCUELA PARROQUIAL

La Iglesia crea sus propias escuelas porque reconoce en la escuela un medio privilegiado para la formación integral del hombre, en cuanto que ella es un centro donde se elabora y se transmite una concepción específica del mundo, del hombre y de la historia, siendo Jesús el centro de la misma y el móvil del compromiso educativo.

La Escuela Parroquial es una comunidad educativa de auténticas relaciones interpersonales entre quienes la componen; se rige por los principios pedagógicos enunciados por la Iglesia y se inserta en la Pastoral Orgánica de la Parroquia como instrumento privilegiado, a la vez que se preserva su autonomía académica.

COMUNIDAD EDUCATIVA

“La comunidad, como tal, es un nuevo ser distinto de la sumatoria de sus componentes… También ella tiene que tener sus proyectos y sus objetivos educativos” (Educ. y Proy. de Vida 74). Reconociendo en los padres su natural e insustituible misión de educar a sus hijos. “Cada comunidad educativa ha de buscar las formas concretas más viables y adecuadas a su situación particular.”

Decálogo de San Juan XXIII

  1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
  2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortes en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
  3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.
  4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
  5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
  6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
  7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos procuraré que nadie se entere.
  8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
  9. Sólo por hoy creeré firmemente -aunque las circunstancias demuestren lo contrario- que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
  10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

“Puedo hacer bien durante doce horas, lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.”

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